¿Una donde cualquiera que cometa un delito “de alto impacto” lo encierren y tiren la llave? Para satisfacción de los populistas que salen a pedir cadenas perpetuas y penas de muerte. Mientras somos permisivos con la corrupción institucionalizada.
¿Una donde los borrachitos no tengan derechos sino a que los escondan y encierren? Mientras tenemos licoreras y fábricas de licores para financiar las instituciones y la mala educación; una sociedad donde, además, reunión sin trago no es fiesta.
¿Una donde no se piense en términos de justicia sino en clave de venganza?
¿Una donde se despilfarra y vende el patrimonio público en beneficio de intereses abyectos y privados?
¿Una sociedad donde se deslegitima a las instituciones según la “necesidad” del político o el actor armado de turno?
Vivimos en una sociedad exasperada por la inagotable violencia, no hemos conocido otra cosa en nuestras vidas. Violencia oficial, de grupos armados, de delincuencia común; nos mantenemos en un estado de alteración constante.
Vivimos en una sociedad donde unos pocos se hacen elegir para decidir el futuro de 47 millones de personas, pero una vez allí sólo buscan su beneficio personal y el de sus “patrocinadores” olvidando las promesas de campaña a esa ciudadanía que los votó y reconociendo cínicamente que la política es hipocresía.
Donde los altos funcionarios del Estado se enfrentan no con argumentos y razones, sino con expresiones escatológicas y vulgares que desdicen de sus condiciones.
Donde los políticos de turno cambian las leyes en forma descarada para legitimar despojos y lograr impunidad de sus delitos, mientras se sataniza la protesta social y se dictan leyes declarándola delito. Una sociedad donde se violan los derechos humanos en nombre del “bien común” imponiendo cargas indebidas y arbitrarias a las minorías y a la sociedad civil.
Tenemos una sociedad donde los noticieros no informan sino que incitan a la violencia y hacen eco del populismo punitivo que explotan algunos políticos de la nación. Parece que la premisa fuera “si no sangra y escandaliza no es noticia”. Donde en nombre del “rating” los medios hacen apología de criminales, de prepagos y de la “vida fácil” (que de fácil no tiene nada).
Una sociedad que institucionalizó la protección a los extranjeros y las multinacionales dándoles garantías, estabilidad, tierras y beneficios, aún a costa del pequeño campesino y en contravía de la ley, acabando la industria nacional. Mientras que se desprotege a los líderes campesinos, a los defensores de derechos humanos, a los periodistas críticos, en inacabable listado.
Una sociedad donde el campo no se respeta como fuente de alimentos, es zona de guerra, está cargado de minas antipersona y es lugar diario de acciones violentas. Guerra eterna cuya paz depende, según nuestros "dirigentes" actuales, de la total impunidad para los actores armados y en la cual el oponerse a dicha ausencia de castigo te hace "enemigo de la paz".
Una sociedad donde la gran minería, que arrasa y mata la tierra es protegida y entregada a los actores extranjeros; mientras sataniza, destruye y persigue al pequeño minero artesanal.
Por @dicksalazar |
Una sociedad donde las cárceles son antros hacinados de vicio, violencia y muerte. En vez de ser centros de resocialización y readaptación social de los prisioneros. Y en la cual las calles son el refugio de desplazados e indigentes.
Una sociedad donde en cada elección repetimos el voto por el pálpito o el contubernio.
¿Será que para las próximas elecciones por fin votaremos en conciencia por programas y no por colores? ¿Por una hoja de ruta social y no por tamales?
Está en nuestras manos cambiar esto, sacar los corruptos, traer la equidad, la justicia y la humanidad. Está en nuestras manos votar en conciencia. Llegó la hora de que surja una nueva ciudadanía.
Pregúntate a ti mismo ¿esta es la sociedad que quieres para ti y para tus hijos o aportarás para el cambio?
Lo reitero, llegó la hora, también en este aspecto, de decir ¡Basta Ya!
@HectorFrancoJ
Imágenes cortesía de @dicksalazar de @elperiodicko