jueves, 14 de agosto de 2014

Medellín: El orden social

La paz, el diálogo, la tolerancia, el respeto al medio ambiente y el 
compromiso con el desarrollo de los pueblos son valores 
universales que debemos promover.

No existe justicia donde no hay compasión.



Vivimos tiempos difíciles, el tejido social está roto, la ambición de poder y dinero de unos pocos está destruyendo un trabajo de unidad que se venía haciendo desde hace muchos años y es nuestro deber restablecerla.

Estamos presenciando la inversión de los valores que durante toda nuestra vida han sido fuente de progreso, convivencia y orden social.

Con perplejidad observamos una sociedad polarizada e intolerante, que no dialoga, que todo lo quiere arreglar con acciones de fuerza y violencia. Radicalizada y racista, despreciando sus manifestaciones culturales y tratando a los más humildes de “contaminantes”, “desechables”, “indeseables” y más. 

Prima la ley del más fuerte en sus territorios, al mejor estilo de tiempos que han sido vergüenza de la humanidad, donde se fustigaba con el látigo al esclavo, o se obedecía a los caprichos de algún “dictador” estúpido prevalido de la fuerza de las armas so pena de muerte.
Metro de Medellín

Que instituciones de uso público, como el Metro de Medellín, haga “justicia” por su mano, escudados en un reglamento privado e inconsulto,  y utilice a la policía como esbirros a placer, es una prueba fehaciente de lo anterior. A tal punto llegan sus atropellos que ya no les basta con el infame sobrecupo en horas pico, o empujar a viva fuerza dentro de los vagones a los usuarios para rellenar los vagones, o que la publicidad en trenes y estaciones contamine sin consideración a los usuarios, o que tengan su propio mercado persa en las estaciones, sino que también ante la presencia “sospechosa” de unos músicos leyendo en silencio, evacuan una estación y bajan las personas de los trenes, perjudicando, ellos sí, a todos sus usuarios, en un acto palmario de arbitrariedad que, por desgracia, una parte de la comunidad les aplaude, como aplaudieron a un Concejal que en las redes sociales se pronunció sobre la muerte de “los bandidos”.


Así mismo, aplauden un alcalde que usa la fuerza sin importarle las consecuencias, desconociendo derechos adquiridos y dejando 52 familias sin recursos ni trabajo, tal como hizo en el Bazar de los Puentes so pretexto de microtráfico, cuando lo que pretendía, se hizo evidente, era derrumbarlo para crear una estación de Metroplus, o quien, estando en negociación, invade por la fuerza un sector de la ciudad, donde 40 familias obtenían su sustento, porque a él nadie la paraliza su amado tranvía, que ya lleva más de 60 comerciantes quebrados y no será solución real al transporte del sector que pretende cubrir.

O que, en su última expresión de sabiduría, sale a formar sospechosos grupos de vigilantes dotados de radios de comunicación, exactamente igual que otro muy cuestionado quien formó las famosas “Convivir” (a las que ahora combaten), desplazando hacia el ciudadano común labores propias de alta y baja policía lo que, sin duda, es una forma “atenuada” de paramilitarismo. Y más grave aún, porque pone en la mira de los criminales a esta parte de la población, haciéndola blanco de sus ataques y colocándolos en grave riesgo de sus vidas.

Accidentalidad en Medellín - Vía @Elcolombiano impreso
Un alcalde sin sentido de justicia, que prohíbe el parrillero de las motos, generando estigmatización y discriminación contra cientos y cientos de familias, quienes se ven así “obligados” por sus actos a usar el sistema integrado de transporte en perjuicio de su economía y trabajo,  y, peor aún, generando en la población un temor tal que salir en moto en Medellín se volvió un continuo esquivar de agresiones y cierres intempestivos de conductores de vehículos quienes ven en todo aquel que ande en moto un sicario o un ladrón; tanto o más grave cuanto que columnistas afamados se han ocupado de ensanchar y crecer dicho estigma y, que provoca que en redes sociales, por ejemplo, se vean llamados a cerrarles el paso en los semáforos y después se extrañan que los accidentes que involucran motos en lo que va del año sobrepasen los ¡16.000!

Esta ya no es la ciudad solidaria, comprometida con la dignidad de sus habitantes, de empuje, tolerante, donde se respetaban las manifestaciones individuales y colectivas. No, ahora es una ciudad mediática, que están llenando de empresas extranjeras y policías (lo que baja el indicador de desempleo en forma irreal) y que quiere ser centro de negocios a todo costo, mientras desatiende a la población que debería promover, educar, proteger y cuidar.

En las próximas elecciones, insisto, debemos optar por un Alcalde que se obligue con lo social para que recupere la dignidad y el sano orgullo de esta ciudad y sus habitantes, comprometiéndose con hechos de justicia social. Alguien que, así de a poco, ayude a recuperar los valores universales que eran nuestro orgullo y que hacían de esta la ciudad primaveral y cultural por excelencia.

@HectorFrancoJ


Recomendados:

Ordenan evacuar estación del Metro por manifestación cultural - Vía Diario ADN Medellín.
http://diarioadn.co/medell%C3%ADn/mi-ciudad/orden-de-evacuaci%C3%B3n-en-estaci%C3%B3n-san-antonio-del-metro-1.120633

Bazar de los Puentes se acaba y le da paso al Metroplus - Vía El Colombiano.
http://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/B/bazar_de_los_puentes_se_acaba_y_le_dara_paso_al_metroplus/bazar_de_los_puentes_se_acaba_y_le_dara_paso_al_metroplus.asp